Una buena cantidad de escritos sobre lluvia de ideas enfatizan no juzgar las ideas demasiado pronto.
No importa cómo pienses las ideas, eventualmente deben demostrar que son dignas de ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Una excelente manera de evaluar sus ideas es categorizarlas en lo que Edward de Bono en su libro Serious Creativity: Using the Power of Lateral Thinking to Create New Ideas llama «Categorías finales». Click aquí
Clasificando la idea en una de las siguientes ocho categorías:
- Directamente utilizable,
- Buenas , pero no para mi
- Buenas , pero no por ahora
- Necesita más trabajo
- Potente, pero no utilizable
- Interesante, pero no utilizable
- Valor débil
- Impracticable.
Comprender y aplicar estas categorías te ayudará a concentrate, priorizar, tomar medidas o rechazar ideas. La última parte de tu agenda de este proceso creativo debería dedicarse a clasificar las ideas en estas categorías.
1. Directamente utilizable
Estas son tus mejores aliadas. Has determinado que tienen valor y podrían usarse. Vale la pena explorar más a fondo a estos bebés y encontrar recursos para apoyarlos.
2. Buenas, pero no para nosotros
Estos tienen valor y respaldan su objetivo, pero no encajan bien. Tal vez le falten habilidades o recursos, pero la mayoría de las veces los filtros de su marca eliminan estas ideas. En una ronda de reflexión futura, podría explorarlos y preguntar: «¿Cómo podrían modificarse para que encajen bien?» Pero lo más probable es que estas ideas deban descartarse.
3. Buenas, pero no por ahora (Backburner)
Estos tienen valor y encajan bien, pero no están bien en este momento. Es posible que los recursos, la capacidad o las prioridades actuales no le permitan actuar en consecuencia. Póngalos en un segundo plano. Vuelve a visitarlos en un mes o un trimestre.
4. Necesita más Trabajo
Ideas con potencial, pero a medias. Con más trabajo, puede transformarlos en ideas de uso directo. Haz que algunas personas trabajen en esto.
5. Potente, pero no utilizable
Suelen tener potencial pero están bloqueadas por alguna fuerza externa. Factores que no puede controlar que de Bono llama «regulaciones, preocupaciones ambientales, factores de muy alto riesgo, canibalismo de productos existentes, etc.». Como si hubiera una manera de volver a trabajar estos de una manera que elimine el bloqueo.
6. Interesante, pero inutilizable
Estas son algunas de las más productivas. No porque se vuelvan utilizables, sino porque generan otras ideas utilizables. A menudo ofrecen nuevas formas de pensar sobre las cosas. Estas son las ideas que comienzan como “Hmm…?” y chispa «¡Ajá!»
7. Valor débil
Estas ideas funcionan y se adaptan a tu organización, o proyecto pero carecen de valor. El retorno del esfuerzo invertido en estos puede ser decepcionante. El peligro con las ideas de valor débil es que a veces las aceptamos e implementamos solo para «tener algo». Apoyan un enfoque de «algo es mejor que nada». No caigas en esta trampa. Puede haber formas de reelaborarlas para que funcionen, encajen y se conviertan en grandes contribuyentes.
8. Inviable
Estos son fundamentalmente imposibles. Ni siquiera si trabajaste duro en ellos. Son trapos y deben ser rechazados.
Intenta poner esta pequeña y práctica clasificación para que comiences a mejorar en tu proceso creativo.
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